www.fuerzasmilitares.org (19OCT2023).- Mientras aumentan las tensiones en Medio Oriente, las fuerzas estadounidenses en la región enfrentan amenazas cada vez mayores, luego de que un buque de guerra de la Armada derribó misiles que parecían dirigirse hacia Israel el jueves y bases estadounidenses en Irak y Siria fueron blanco repetido de ataques con drones.
El USS Carney, un destructor de la Armada en el norte del Mar Rojo, interceptó tres misiles de crucero de ataque terrestre y varios drones lanzados por las fuerzas hutíes en Yemen. La acción del Carney representó potencialmente los primeros disparos del ejército estadounidense en defensa de Israel en este conflicto.
El general Pat Ryder, secretario de prensa del Pentágono, dijo a los periodistas que los misiles se dirigían "potencialmente" hacia Israel, pero dijo que Estados Unidos no ha terminado su evaluación de hacia qué apuntaban.
Un funcionario estadounidense dijo que no creía que los misiles, que fueron derribados sobre el agua, estuvieran dirigidos al buque de guerra estadounidense. El funcionario habló extraoficialmente sobre operaciones militares que aún no habían sido anunciadas.
Pero una serie de otros ataques con aviones no tripulados en los últimos tres días tuvieron como objetivo bases estadounidenses, incluido uno en el sur de Siria el jueves que causó heridas leves.
La ola de violencia se produce a raíz de una explosión en un hospital de Gaza que mató a cientos de personas y desencadenó protestas en varias naciones musulmanas. El ejército israelí ha atacado implacablemente Gaza en represalia por el devastador ataque de Hamás en el sur de Israel hace casi dos semanas, pero Israel ha negado su responsabilidad por la explosión en el hospital Al-Ahli y Estados Unidos ha dicho que su evaluación de inteligencia concluyó que Tel Aviv no era el culpable.
Sin embargo, en los últimos días, varios grupos militantes de toda la región (desde Hezbolá hasta los hutíes) han expresado su apoyo a los palestinos y han amenazado a Israel. Desde el martes, militantes han lanzado al menos cuatro ataques con drones contra instalaciones militares estadounidenses en Irak y Siria, donde las tropas estadounidenses entrenan a las fuerzas de defensa locales y apoyan la misión para contrarrestar al grupo Daesh.
Los ataques alimentan la creciente preocupación en Estados Unidos y Occidente de que la guerra en Israel pueda expandirse hasta convertirse en un conflicto regional más amplio. "Eso es exactamente lo que estamos tratando de evitar", dijo Ryder.
El ataque más reciente con drones fue el jueves en la base aérea de Al-Asad en el oeste de Irak. La Resistencia Islámica en Irak publicó un comunicado reivindicando la responsabilidad del ataque, diciendo que habían disparado una andanada de cohetes contra la base y que "alcanzaron sus objetivos de manera directa y precisa". Un funcionario estadounidense confirmó el último ataque, pero dijo que era demasiado pronto para evaluar cualquier impacto.
También el jueves, la guarnición de Al-Tanf en el sureste de Siria fue atacada por drones. Las tropas estadounidenses han mantenido una presencia en la base durante varios años para entrenar a los aliados sirios y monitorear la actividad militante del Estado Islámico.
El Pentágono dijo que un dron fue derribado, pero otro impactó la base y causó heridas leves. La guarnición está ubicada en una carretera vital que a menudo utilizan los militantes respaldados por Irán para transportar armas a Hezbollah en el sur del Líbano, y a las puertas de Israel.
Activistas de la oposición siria también dijeron que hubo otro ataque con drones contra una instalación petrolera en el este de Siria que alberga tropas estadounidenses. Omar Abu Layla, un activista radicado en Europa que dirige el medio de comunicación Deir Ezzor 24, dijo que tres drones con explosivos atacaron el campo de gas de Conoco en la provincia oriental de Deir Ezzor, fronteriza con Irak. El Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, con sede en Gran Bretaña, un observador de guerra de la oposición, también confirmó explosiones en el lugar.
El martes, militantes lanzaron tres aviones no tripulados contra dos bases iraquíes que Estados Unidos utiliza para entrenar fuerzas y realizar operaciones contra el Estado Islámicos. Durante la serie de lanzamientos, una advertencia resultó ser una falsa alarma en Al-Asad, pero envió al personal corriendo hacia los búnkeres. Durante ese incidente, un contratista sufrió un paro cardíaco y murió, dijo Ryder.
Dijo que el Pentágono aún no tiene confirmación sobre quién lanzó los ataques con aviones no tripulados, pero dijo que Estados Unidos "tomará todas las medidas necesarias para defender a las fuerzas estadounidenses y de la coalición contra cualquier amenaza". Dijo que cualquier respuesta militar llegaría “en el momento y de la manera que nosotros elijamos”.
Sobre las intercepciones del Carney, Ryder dijo que los ataques se realizaron porque los misiles hutíes “representaban una amenaza potencial” según su perfil de vuelo. Añadió que Estados Unidos está dispuesto a hacer lo que sea necesario "para proteger a nuestros socios y nuestros intereses en esta importante región". Dijo que Estados Unidos todavía está evaluando cuál era el objetivo, pero dijo que ni fuerzas estadounidenses ni civiles en el terreno resultaron heridos.
Los rebeldes hutíes respaldados por Irán han expresado su apoyo a los palestinos y han amenazado a Israel. La semana pasada, en Sanaa, Yemen, que está en manos de los rebeldes hutíes que aún están en guerra con una coalición liderada por Arabia Saudita, los manifestantes llenaron las calles ondeando banderas yemeníes y palestinas. El lema de los rebeldes ha sido durante mucho tiempo: “Dios es el más grande; Muerte a América; Muerte a Israel; maldición a los judíos; victoria para el Islam”.
La semana pasada, Abdel-Malek Al-Houthi, líder del grupo rebelde, advirtió a Estados Unidos que no interviniera en el conflicto en curso entre Israel y Hamas, amenazando con que sus fuerzas tomarían represalias disparando drones y misiles.
Cuando se les contactó el jueves, dos funcionarios hutíes se negaron a comentar sobre el incidente. Uno dijo que no estaba al tanto del incidente, mientras que el segundo dijo que no tenía autoridad para hablar al respecto.
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